Diabetes en positivo
Soy diabética tipo uno desde los 10 años, ahora tengo 21, y la verdad que mi perspectiva de la diabetes ha cambiado mucho durante estos años.
Al principio cuando la enfermedad era de mis padres y no mía, todo iba bastante bien, no tenía una vida compleja, todo parecía fácil. En cambio la adolescencia no fue fácil para mí, no sé si fue por culpa de mi carácter alocado (que me hacía creer que todo era más difícil de llevar de lo que era en realidad), o fue por culpa del gran cambio: que la diabetes pasara a ser mía. Tuve unos malos años, compatibilizar la responsabilidad de la diabetes y la realidad del día a día eran tres batallas en una; la primera, la diabetes contra toda la familia, la segunda, mis padres contra mí (y mi poca responsabilidad) y otra, de mi misma contra mí.
Todo cambió cuando empecé a ver la diabetes como un amigo, y no como un enemigo. Me fui de casa para estudiar (solo de lunes a viernes) y poco a poco entendí que no había batallas que luchar. Que la diabetes era algo de mí misma, y tenía que quererla para poder vivir mejor.
Hace poco decidí ponerme la bomba de insulina. Después de que los médicos durante mucho tiempo me insistieran, después de que mi familia insistiera también, por supuesto, no acepté. Había tantas razones por las que no me gustaba la bomba, y tan pocas por las que sí.
Fue cuando olvidé sus insistencias y alguien me dijo un día: “Tú que eres joven y curiosa, tú, que adoras los productos innovadores, los avances de la ciencia y las personas que creen en ello; estás siendo una hipócrita negándote a ellos. Es tu decisión, tú mandas. No pierdes nada” (No son palabras textuales, pero parecidas). Y cuánta razón, yo mando, y no me niego a la opción de poder tener mejor calidad de vida. Voy a darle una oportunidad a todas esas personas que trabajan para que nosotros vivamos mejor, y creen en el producto. Y con la esperanza de vivir mejor, en el corazón, y la idea de que no sería fácil y que tendría que luchar por ello, en la cabeza. Acepté.
Ahora me siento un experimento de la ciencia, una privilegiada; como una Yorobot, una Ironman, o una pequeña androide, que en vez de salvar el mundo, me estoy salvando de mi misma. Sé que no estoy cambiando el mundo, lo que estoy haciendo es mejor aún para mi misma y los que me quieren: tengo mejor calidad de vida, y soy más feliz por ello. No me he arrepentido de la decisión ni un minuto en casi un año. Y espero que muchas personas después de leer esto, se lo piensen dos veces antes de decirle que no a un mejor futuro.
Maitane García
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1 comentario. Dejar nuevo
Hola, yo estoy en la misma situación que tú. Tengo diabetes tipo uno desde los 10 años y ahora tengo 24.
Al principio llevaba las cosas mi madre, pero pasada una cierta edad he cogido yo el mando y no consigo controlarme los niveles de azúcar. Me es muy difícil y no tengo fuerza de voluntad en ciertas ocasiones para las comidas.
Me gustaría conocer gente y ayudarme sabiendo que hay más gente con mi mismo problema y puede darme opiniones o consejos para concienciarme que me tengo que cuidar.
Te dejo mi correo electrónico para si a ti o a alguien más le interesa conocerme y mantener contacto.
d_3nr1qu3_b@hotmail.com
Un saludo.