Elegir el alimento adecuado: más allá del azúcar
Hace años, ir a comprar era simplemente una cuestión de elegir qué producto queríamos y si acaso, ver si el precio nos cuadraba. Todo era más sencillo y menos sofisticado. Hoy día, ir a comprar algo requiere paciencia y disponerse a leer etiquetas una tras otra, comparando los ingredientes, principios inmediatos y calidad de sus componentes, para elegir el producto ganador. Las personas con diabetes tenemos que elegir con más razón la calidad o ingredientes de lo que consumen, buscando el más sano… o el menos insano. Somos personas con mayor nivel de riesgo cardiovascular, y eso no debemos olvidarlo. Muchas veces veo gente que sólo se fija en el azúcar de un alimento y parece no importarles de qué está hecho ese producto, con tal de que no lleve azúcar. Hay que tener en cuenta que para nosotros, cuidarnos significa vigilar no sólo la glucemia, sino también la grasa y la tensión arterial, los dos factores de riesgo más importantes para cualquier persona, pero aún más para alguien con diabetes. Y por tanto, a la hora de elegir uno u otro alimento, no se trata sólo de cuántos HC tiene un producto, sino también de cuántas y qué tipo de grasas. Y en definitiva, si los ingredientes de ese alimento son más bien saludables o insanos, intentando evitar este último grupo.
Y para ilustrar un poco este asunto de cómo elegir sabiamente, hoy he elegido un clásico. Dentro de los productos que conforman la cesta de la compra, las galletas son un producto fijo en la cesta de la compra. Y hoy día tenemos una gran variedad de tipos, no sólo dentro de las galletas «normales», sino también dentro de las mal llamadas «light». Los lineales de los supermercados nos ofrecen una enorme variedad, y para alguien con necesidades especiales como nosotros, elegir uno u otro producto es una tarea que requiere calma… y sacar las gafas de cerca, para quienes las necesiten. Hoy voy a hablaros de galletas, pero podría ser cualquier otro alimento. En definitiva, quiero demostrar que no sólo hay que mirar glucosa, edulcorantes o HC. Hay que ir más allá, y no siempre lo «light» es la elección correcta. E incluso productos que teníamos referenciados como «prohibidos» o desaconsejables, no lo son.
Las galletas sin azúcar son extensas. Ahora tenemos una gran variedad donde elegir. Yo hoy citaré varias elegidas un poco al azar entre los dos mundos (el «SIN» y el «CON») para ilustrar lo que os quiero demostrar:
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GALLETA CON GRAN TABLETA DE CHOCOLATE AL 70% DE REGLERO (producto «SIN»)
Es una galleta cuadrada que lleva pegada una gran onza de chocolate negro al 70%. Pensada como capricho más que como galleta tradicional de desayuno. La galleta es crujiente y muy tostada, y el chocolate es bastante bueno al paladar. La mezcla es muy acertada y está bastante bueno si quieres darte un pequeño homenaje tras una comida o en un momento puntual. Sus ingredientes, aunque mayoritariamente son correctos, presenta un elevado índice de grasas saturadas, por lo que no es recomendable abusar de él. En su embalaje, viene un detallado cuadro con los principios inmediatos en porcentaje y también referidos a cada onza-galleta, que tiene 5,2 g. de HC.
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FIBRA LÍNEA CACAO DE CUÉTARA (producto «SIN»)
Una galleta de reciente aparición en el mercado y que me ha sorprendido gratamente. Una variante de la galleta Fibra Línea, interesante por su alto contenido en fibra y cereales integrales, pero ojo, porque tan sólo la de cacao es sin azúcar. En sus ingredientes, que son correctos, se informa de grasas «saludables» y sus HC por galleta son muy contenidos (4,7 g.). Su sabor es correcto, aunque a falta de probar la variante «normal», creo que estas galletas con cacao enmascaran un poco el auténtico sabor de la galleta y no le dan ningún plus, sino más bien lo contrario. Yo prescindiría del cacao, porque este tipo de galletas al final no saben ni a galleta ni a cacao.
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DIET FIBRA DE GULLÓN (producto «SIN»)
Dentro de la amplia gama de Gullón sin azúcar, las Diet-Fibra son más nuevas y merece la pena hablar de ellas para los que aún no las hayan probado. Se presentan en caja cuadrada y destacan por su alto contenido en fibra (muy superior al de las Fibra Línea de Cuétara comentadas más arriba), y el empleo de ingredientes bastante saludables (cereales integrales, aceite girasol alto oleico), además de un contenido en grasa bastante bajo, especialmente las grasas no saludables (saturadas) que son prácticamente nulas, lo cual ya es por sí solo un buen argumento de compra. Su sabor es bueno, y con tan sólo 3,2 g. de HC por galleta, se convierten en una de las mejores y más sanas galletas dirigida a públicos «especiales».
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MARÍA FONTANEDA (producto «CON»)
Las clásicas. La galleta anodina, pero de toda la vida. Es sencilla, sin complicaciones de sabor ni sofisticados ingredientes, pero tradicionalmente asociada al concepto de galleta saludable hasta el punto de que a los diabéticos más experimentados nos decían hace décadas aquello de «puedes comer María Fontaneda. Casi no tienen azúcar». Y así es. 4,7 g. de HC por galleta es muy poco teniendo en cuenta que no llevan ningún edulcorante. Menos HC que algunas galletas SIN (77% de HC, pero de ellos, tan sólo 24% es azúcar). Y en cuanto a los demás ingredientes, correctos. No especifica el tipo de grasa vegetal, pero teniendo en cuenta que es una de las galletas con menos grasa (no llega al 10%), también lo es proporcionalmente su nivel de saturadas, que es ínfimo (no llega al 5%). Por lo demás, sabor correcto y aunque un poco seca (se nota su escasa grasa), es ideal para acompañarla con algo, especialmente para “mojar”. Una galleta recomendable siempre.
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CHIQUILÍN ENERGY DE ARTIACH (producto «CON»)
Chiquilín es otro clásico. Pero dentro de esa gama, está la Chiquilín Energy, una galleta se supone que como la Chiquilín, pero en formato alargado y con pepitas de chocolate. Al paladar, la galleta no se parece a su homónima lo más mínimo, y el chocolate agranda esa diferencia. Su sabor es agradable, y su supuesta ventaja son las vitaminas añadidas (pensada inicialmente para un público infantil necesitado de aporte vitamínico), pero sus ingredientes ya no lo son tanto: mantecas de cacao, grasas no especificadas… y un 21% de grasa, de las que ¡el 15% son saturadas! Un valor demasiado alto para ser saludable, a lo que si sumamos su 66% de HC, de los que nada menos que casi la mitad (28 g.) son de azúcar, se convierte en el paradigma de lo que busca la industria alimentaria actual: crear adictos a sus productos. Otro detalle negativo es que no indica porcentajes de principios inmediatos sobre cada galleta. En mi opinión, uno de los muchos ejemplos de producto más bien poco saludable, no sólo por nosotros, sino por todo el mundo. Sobre todo cuando lo comparamos con el resto de la competencia, parte de ella aquí analizada hoy.
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MARBÚ DORADA DE ARTIACH (producto «CON»)
Y termino con otro clásico de las galletas para quienes ya peinamos canas: la Marbú Dorada de Artiach. Tradicionalmente (incluso antes de la actual preocupación por la alimentación y sus ingredientes), era de dominio público que ésta -aún siendo reconocida como sabrosa- era una galleta excesivamente grasa. Y eso hoy día es pecado mortal. Por eso en Marbú le dieron una vuelta a su filosofía y han hecho que siga siendo sabrosa, pero sin esas grasas de antaño. Ahora, la galleta está horneada y no frita, y sus ingredientes son otra cosa: un 17,5% de grasa, de las que tan sólo un 5,8% es saturada. Toda una mejora. No nos indica qué tipo de grasas vegetales utiliza, pero los porcentajes ahí están. Y se ven acompañados por una estupenda cifra de 4,5 g. de HC por galleta (recordar que es una galleta con azúcar). De esos 4,5 g., sólo 1,2 g. son de azúcar. Buenas cifras las que arroja la María Dorada, a la que le sigue acompañando el buen sabor. Cifras que permiten pensar en ella aún teniendo diabetes.
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En este cuadro podéis ver las diferencias en los valores más importantes; HC en porcentaje y por galleta. También sus grasas, tanto totales como saturadas, así como la fibra que contienen.
Puede verse a simple vista algo que ya sabíamos y que hay que tener siempre en cuenta: los HC de un producto SIN son muy parecidos a los de su equivalente CON. Analizando estas 6 galletas (3 CON y 3 SIN), podemos ver que, exceptuando las Reglero (por ser más un snack que una galleta tradicional al llevar una onza de chocolate encima), todas las galletas se mueven en cantidades relativamente cercanas de HC. Ganan las Diet Fibra de Gullón como galleta con menos HC, que también gana en valores unitarios de HC. Pero las demás se mueven en cantidades parecidas. Lo cual indica que el llevar o no azúcar no otorga tanta diferencia a simple vista sobre el papel. Aquí nuestras glucemias dependerán de con qué estén hechas estas galletas; la cantidad y tipo de cereales empleados, cantidad de azúcar añadido… todo eso repercutirá en nuestra glucemia post y en cómo se eleva ésta en función de cuántos HC rápidos lleve, pero en cualquier caso vemos que son menos de los que imaginábamos. Así que si pasamos a la grasa, aspecto diría que principal en una galleta a la hora de evaluarla como saludable, vemos que aquí sí hay diferencias. Destacamos como saludable la María Fontaneda (casi sin grasa) y la Diet Fibra de Gullón. Pero casi al lado está una galleta tradicionalmente considerada grasa como la Marbú, que ahora tan sólo lleva un 17,5% de grasa. Cuanta menos grasa, mejor. Y sobre todo, grasa saturada, donde vemos la Diet Fibra de Gullón como ganadora, seguida muy de cerca por la Fibra Línea y la María Fontaneda. Nuevamente se mezclan las SIN y CON. No siempre es lo que parece. Para acabar, la Diet Fibra hace honor a su nombre y realmente tiene mucha fibra. Gana por goleada.
En conjunto, diría que por méritos propios, la Diet Fibra de Gullón es la más saludable sin duda, seguida de la Fibra Línea Cacao, un poco penalizada por el cacao que lleva en su formulación. Si tengo que elegir una tercera, elegiría sin duda a la María Fontaneda, por su bajo contenido en grasa, a pesar de no usar cereales integrales en su formulación.
En definitiva, podéis ver que no siempre los productos SIN representan lo nutricionalmente recomendable; las cifras buenas, los HC reducidos, las grasas bajas o los ingredientes saludables hay que buscarlos en cualquier producto, no sólo los “light”. Los alimentos saludables se encuentran entremezclados entre una multitud de alimentos no tan saludables, y es nuestro deber aprender a reconocerlos y saber comparar, eligiendo sabiamente entre la gran oferta disponible. Al final, lo saludable para nosotros es lo saludable para cualquier persona, pero como habéis podido ver, no siempre es oro lo que parece. Y no debemos fiarnos de las indicaciones del fabricante sobre la supuesta bondad de su producto con cualquiera de sus palabras mágicas (“sin azúcar”, “light”, “apto para diabéticos”, fibra”, etc.). Espero que este artículo ayude a que toméis conciencia de que es tarea nuestra y no de los fabricantes, elegir el alimento adecuado para nuestra diabetes y en definitiva, nuestra salud. Los reclamos publicitarios están muy bien, pero debemos leer la letra pequeña como si de una hipoteca se tratara. Hablamos de nuestra salud.
Oscar López de Briñas Ortega
@oscarbrinas
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5 comentarios. Dejar nuevo
Muchas gracias Oscar por el arduo trabajo que has hecho y por hacernos recordar que no sólo tenemos que fijarnos en los hidratos de carbono y que las galletas sin no siempre son mejores que las con.
La próxima vez que vaya al supermercado compraré la Diet Fibra de Gullón y ahora que sé que las Marbú Dorada no son tan bomba como recordaba, alguna vez me daré el capricho 🙂
Gracias!
Que interesante Oscar, además hay alguna que no tengo probada, así me has ahorrado el tedioso momento de las comparaciones en el super
[…] Por suerte para todos, aquellos lejanos años quedaron atrás, y hoy día no sólo han cambiado las pautas, protocolos y tratamientos de la diabetes, sino también los productos “alternativos” o funcionales. Los cambios en el tratamiento han permitido que las glucemias sean mucho más controlables, hasta el punto de que (si el paciente es experto contando HC) pueda comer productos con azúcar en un momento dado. Pero esto ha creado una especie de bandos entre los pacientes: los que ahora critican y rechazan con vehemencia los productos sin azúcar y los que los defienden. Yo he tenido debates sobre esta cuestión que nunca se decantará hacia uno de los lados. Como suele pasar, ambas posiciones son correctas bajo determinadas circunstancias. Yo soy de los defensores de los productos SIN: menos HC, menos insulina para metabolizarlos, menor pico glucémico al no contener sacarosa, una correcta formulación dietética… PERO estas supuestas ventajas no son en todos los productos. Cada vez con más razón, debemos leer con atención las etiquetas de los alimentos para ver su composición y su reparto de principios inmediatos. Por eso hoy día ese debate que comentaba entre SIN y CON se diluye cada vez más, y por eso a veces nos llevamos sorpresas cuando analizamos las etiquetas de los productos (ver análisis que hice sobre galletas en el blog de la Asociación Vizcaína de Diabetes aquí). […]
Desde hace años vanimos consumiendo sus galletas DIGESTIVA de trigo pero ahora han dejado de venderlas
en el supermercado habitual. Tampoco se encuentran en ningun otro comercio..
¿ Podrian indicarme en que otro comercio en Castellar del Valles o en otra poblacion cercana donde podria
adquirirlas.
Gracias por las molestias.
Nosotros nos quedamos con las galletas DIET FIBRA DE GULLÓN (producto “SIN”), son muy buenas con respecto a sus aceites oleicos. Imprescindibles en nuestro organismo. Y encima están buenísimas!!!
Un saludo,
https://cailapares.com/